lunes, 29 de julio de 2013

TRATAMIENTOS MEDICOS PARA LA CAIDA DEL PELO

TRATAMIENTO INNOVADOR PARA LA PREVENCIÓN DE LA CAÍDA DEL CABELLO Qué es el PRP? El tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas es una de las estrellas de los tratamientos antiaging para el rejuvenecimiento facial y capilar. Es una novedosa técnica que permite aislar y utilizar los factores de crecimiento presentes en la sangre del propio paciente para potenciar, acelerar y estimular la regeneración de los tejidos. Se produce de esta manera una atenuación de las arrugas y un aumento del grosor y tersura de la piel logrando un aspecto más joven. Su aplicación a nivel capilar estimula la formación de colágeno y aumenta la vascularización a nivel del folículo piloso por lo que está indicada para frenar la caída del cabello y potenciar la regeneración en pacientes con pérdida moderada de pelo. Tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento El PRP consiste en la introducción de plasma con factores de crecimiento que liberan las plaquetas del propio paciente mediante microinyecciones en el cuero cabelludo de forma prácticamente indolora. De todas formas para evitar las pequeñas molestias se puede aplicar anestesia o frío local. Para la obtención del plasma rico en factores de crecimiento se realiza una pequeña extracción de sangre del paciente y se separan las fracciones plasmáticas mediante centrifugación controlada durante 9 minutos. A continuación se inyecta el "plasma rico en plaquetas" en la piel de cara, escote, cuello, dorso de las manos...y/o a nivel capilar para estimular su regeneración. Una vez finalizado el tratamiento se puede volver a retomar la actividad normal inmediatamente. Resultados Inmediatamente después de la sesión con plasma rico en factores de crecimiento se observa un ligero enrojecimiento de la zona tratada. Los resultados comienzan a apreciarse a las 24 horas, son progresivos y alcanzan el punto máximo al mes de la sesión. Con cada sesión se evidencian más los resultados. En las intervenciones de Trasplante de Pelo también nos sirve tanto para mejorar la cicatrización de la zona donante como para estimular la regeneración y vascularización de los tejidos a nivel de la zona receptora, con lo que aumenta la supervivencia de los injertos. Preguntas frecuentes sobre el tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas ¿A partir de qué edad es aconsejable realizarlo? El PRP es un tratamiento que se puede aplicar a cualquier edad a nivel preventivo para ralentizar el proceso de caída de pelo. ¿Requiere anestesia? No es necesario, aunque en algunos casos se puede aplicar en la zona a tratar anestesia o frío local antes de iniciar la sesión para evitar las molestias de las infiltraciones. ¿Cuántas sesiones se suelen realizar? El número de sesiones y su periodicidad dependen de las características del cuero cabelludo y del grado de caída de cada paciente, pero generalmente se recomienda someterse a entre 3 y 4 sesiones el primer año y continuar el tratamiento de mantenimiento con dos sesiones anuales durante los siguientes años. ¿Cuánto tiempo necesito estar en el centro para realizarme el tratamiento? En cada sesión de PRP necesitará estar aproximadamente una hora en el centro (teniendo en cuenta la extracción de sangre, la centrifugación y las infiltraciones). ¿Se puede ir a trabajar el día siguiente al tratamiento? Sí se puede trabajar y realizar vida completamente normal nada más acabar la sesión. ¿Tengo que tomar alguna precaución después? No es aconsejable masajear la zona después de las infiltraciones. ¿Tendré algún efecto secundario? Puede aparecer de forma transitoria un ligero enrojecimiento. ¿Cuánto duran los efectos? Una vez que hemos conseguido estimular de manera eficaz los tejidos con las 3-4 sesiones del primer año, los resultados se mantienen durante 6-12 meses. ¿Con qué otros tratamientos se puede combinar? La combinación de diferentes técnicas produce resultados mejores y más duraderos porque cada tratamiento actúa de manera diferente y a distinto nivel y se produce una sinergia entre ellos. El tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento se puede combinar con vitaminas y oligoelementos vía oral, minoxidil, finasteride, vasijeterapia, laserterapia, ozonoterapia, cosmética capilar ...

miércoles, 24 de julio de 2013

Aplicacion de PRP en Rodilla

El tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas, PRP, se ha extendido recientemente en diferentes especialidades médicas en todo el mundo, aunque se describió hace más de veinte años en cirugía maxilofacial y odontología. Consiste en la aplicación de plasma autólogo con una concentración suprafisiológica de las plaquetas, que son activadas para que liberen los factores de crecimiento y sustancias activas de sus gránulos α. El objetivo de esta terapia es favorecer, estimular o iniciar el proceso de cicatrización, regeneración o curación del tejido dañado, aplicándose localmente de forma ambulatoria o bien como complemento a una técnica quirúrgica. En medicina y traumatología deportiva, donde siempre se buscan los tratamientos más novedosos, se ha acogido con gran esperanza para el tratamiento de múltiples patologías. Es un tratamiento que ha recibido además gran atención por los medios de comunicación, creando expectativas sobredimensionadas en los pacientes que no siempre se corresponden con la realidad. Es un tema controvertido en la comunidad médica debido a que ha habido una amplia implantación de su uso clínico en diferentes especialidades a pesar de que no hay demasiados estudios de laboratorio previos, y son escasos los estudios clínicos con alto nivel de evidencia científica que demuestren su eficacia. Existen opiniones de expertos a favor y en contra del uso de esta terapia. La ausencia de regulación por ninguna normativa y la falta de estandarización del proceso es un hándicap en la investigación y comparación de resultados. No es un tratamiento incluido como tal en la lista de sustancias y métodos prohibidos en el deporte de la Agencia Mundial Antidopaje.

 

Definición, preparación y administración del PRP
El plasma rico o enriquecido en plaquetas consiste en una muestra de sangre autóloga en la que la concentración de plaquetas es superior a la fisiológica. Las plaquetas poseen en sus gránulos α una gran cantidad de factores de crecimiento que son liberados localmente cuando son activadas. Entre los más importantes podemos destacar PDGF, TGF-β1, VEGF, FGF, EGF, Factor 4, Angiopoietinas y Endostatinas. Además el plasma posee HGF e IGF-1. También son sustancias de interés en la cascada de la reparación tisular la adenosina, histamina, serotonina y el calcio liberados de los gránulos densos. Todos ellos son moléculas que pueden estimular la curación de un tejido dañado, mediante procesos de angiogénesis, miogénesis, quimiotaxis, reclutamiento celular y estímulos para la diferenciación y proliferación celular o de la síntesis de la matríz extracelular.

La preparación consiste en la extracción de sangre del paciente, centrifugación de la muestra y separación de la fracción con plasma y concentrado de plaquetas. Siempre se separan las células rojas. Los leucocitos pueden o no estar incluidos, según la forma de preparación. Son muchas las casas comerciales que han sacado al mercado su kit para esta terapia. No hay consenso en cuanto a la cantidad de sangre que debe extraerse (10-60 ml), tiempo y velocidad de la centrifugación, concentración final de plaquetas (x3-x9), ni forma de activación (trombina, calcio o no activación previa a la inyección). Todo ello hace más difícil sacar conclusiones y en los estudios debería detallarse qué características tiene el PRP utilizado.

Aparte del uso frecuente en otras especialidades como Cirugía Maxilofacial o Cirugía Plástica, la terapia con PRP ha sido aplicada en Traumatología Deportiva a lesiones de todos los tejidos del aparato locomotor: hueso, ligamento, cartílago, músculo y tendón. Se aplican con frecuencia en las roturas de tendones, las tendinopatías crónicas, las lesiones musculares, las lesiones focales del cartílago, la artrosis, las lesiones de ligamentos y las fracturas y pseudoartrosis. Los estudios clínicos deben ir aclarando en cuales de estas patologías el uso del PRP es más beneficioso, en cuales no lo es, así como qué pautas deben seguirse para cada proceso. También deben desarrollarse protocolos de seguimiento y rehabilitación tras la administración de esta terapia. Por ejemplo, de forma empírica se desaconseja el uso de antiinflamatorios no esteroideos o corticoides en el periodo anterior y posterior al tratamiento. Puede ser necesaria una inmovilización tras la inyección.

Podemos considerar contraindicaciones la trombopenia, los tratamientos anticoagulantes, el cáncer, la infección activa o el embarazo. El proceso es muy seguro, no se han publicado efectos adversos importantes, pero pueden existir las complicaciones locales secundarias a cualquier infiltración. El riesgo de infección es mínimo, debido a la actividad bactericida del plasma, pero deben extremarse las medidas de asepsia.
Evidencia científica

Los estudios realizados in vitro en laboratorio sobre el papel que pueden tener los factores de crecimiento liberados por las plaquetas o recombinantes en la regeneración o curación de los tejidos son prometedores, pero este proceso es de tal complejidad que queda un largo camino por recorrer para ir clarificando cómo actúan e interactúan cada uno de ellos. Los estudios en animales han arrojado resultados satisfactorios en el tratamiento de lesiones tendinosas, musculares y articulares, pero no se han podido extrapolar a los humanos. La evidencia científica en estudios clínicos es limitada en el momento actual.

En patología tendinosa debemos diferenciar la aplicación en la reparación quirúrgica de algunos tendones lesionados de forma aguda de la aplicación en patología degenerativa y tendinosis (Epicondilitis, Tendinopatia Aquílea no insercional, Tendinopatia Rotuliana). En el primer grupo (Rotura Aguda del tendón de Aquiles) algunos estudios avalan una mejor y más rápida recuperación en tendones operados en los que además se empleó el PRP, sin embargo existe un estudio reciente de alto nivel de evidencia científica que no demuestra ningún efecto en el uso del PRP en asociado al tratamiento quirúrgico de la rotura del tendón de Aquiles. Tampoco en la Reparación del Manguito Rotador los últimos estudios demuestran mejoría con los pacientes tratados con PRP.

Existen trabajos de alto nivel de evidencia científica que apoyan el uso en Epicondilitis. Sin embargo en la Tendinopatía Aquílea Crónica se desaconseja por el momento el uso de este tratamiento que no ha demostrado ningún beneficio en los estudios metodológicamente mejor desarrollados. En Tendinopatía Rotuliana hay dos artículos en los que se demuestra mejoría de los pacientes tratados con PRP tras fracaso de otros tratamientos, pero no son trabajos randomizados y controlados de alto nivel de evidencia, y se debe esperar a estudios de estas caracteríscitcas para ser más concluyentes.
En las inyecciones intraarticulares, hay estudios que demuestran una mejoría significativa (clínica, temporal y parcial) de los pacientes con Artrosis de Rodilla tratados con PRP frente a los tratados con Acido Hialurónico.

En la Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior hay múltiples trabajos acerca de la potencial mejora de ligamentización e integración de la plastia, frente aq trabajos en los que esto no es demostrado. Un artículo reciente demuestra la utilidad del PRP en la disminución del dolor en la zona donante del tendón rotuliano utilizado para como injerto de hueso-tendón-hueso. También se ha publicado la mejora de la revascularización del injerto y estabilidad de las rodillas con reconstrucción del LCA con isquiotibiales a los que se añadió PRP. Nuevos perspectivas se abren en el trabajo sobre la reparación, no reconstrucción del LCA con la ayuda de esta terapia, pero por el momento solamente en estudios en animales. Existe algún trabajo que desarrolla la idea de utilizar el PRP para mejorar la reparación meniscal en caso de sutura o la reparación del labrum glenoideo o de la cadera.

También se ha comunicado en otros artículos un efecto antiinflamatorio y de reducción del dolor postoperatorio en los pacientes tratados con PRP.
En Lesiones Musculares no se han realizado estudios con grupos control adecuados (comprensiblemente difícil de realizarse) y no puede aconsejarse este tratamiento en el momento actual, salvo de forma experimental, como así concluyen revisiones de la literatura publicadas recientemente.

Discusión y conclusiones
En definitiva podemos concluir que hay que empezar por estandarizar el proceso y aumentar la investigación preclínica y clínica antes de generalizar el uso de esta terapia para todo tipo de lesiones y en cualquier momento evolutivo de la lesión. Además las sociedades científicas deben pronunciarse en esta materia para evitar el descontrol en cuanto a formas de preparación, administración y coste. La información que vayamos obteniendo junto a la experiencia clínica acumulada en el tiempo, irán identificando qué patologías y con qué pautas serán las que más puedan beneficiarse de esta terapia.
No debemos olvidar que si no se trata correctamente y de forma global una lesión cualquiera, utilizando la técnica quirúrgica y/o el protocolo de rehabilitación y fisioterapia adecuados, no puede esperarse que las inyecciones de plasma rico en plaquetas sean por sí mismas un éxito. Del mismo modo es cierto que la demostración de eficacia que parece exigírsele a este tratamiento debería ser aplicada también a otras muchas terapias que tampoco han manifestado en estudios científicos su utilidad. En el mundo del deporte de élite es muy difícil y casi utópica la realización de estudios controlados y randomizados. Es trabajo de todos el investigar en este y otros tratamientos que pueden mejorar los resultados conseguidos hasta el momento.

Los 10 mitos más populares de la Toxina Botulínica Tipo A.


El culto a la belleza impuso en las últimas décadas un sinfín de tratamientos, terapias y cirugías que no siempre fueron acompañados de métodos o elementos saludables. La Toxina Botulínica tipo A se convirtió en el “mejor amigo” de hombres y mujeres preocupados por eliminar arrugas pero sin intención de someterse a operaciones.



Los 10 mitos más populares de “uno de los productos que revolucionó la medicina de este siglo”.

Mito 1: “La Toxina Botulínica Tipo A hace perder la expresión en los rostros”
Siempre y cuando sea aplicado por manos expertas, su efecto más valorado es la naturalidad. Se trata de una proteína que relaja temporalmente el músculo. Se utiliza para atenuar las arrugas de expresión

Mito 2: “Una vez que se van los efectos, los rostros quedan peor que antes”
Además de reducir las arrugas, las previene. Al mantener los músculos relajados durante los 4 a 6 meses que dura su efecto, se evita la profundización de las arrugas existentes y la aparición de nuevas. La duración de su efecto depende de cada persona y se maneja según una relación de dosis-respuesta.

Mito 3: “La Toxina Botulínica Tipo A deforma los labios”
No se aplica en los labios. Los labios contundentes, exagerados, deformes, son los que se rellenan con rellenos permanentes como la silicona o el metacrilato que migran con el tiempo y no acompañan el proceso de envejecimiento fisiológico. Su aplicación se da, mayormente, en el tercio superior del rostro.

Mito 4: “No se puede aplicar muchas veces porque es una toxina”
Se utiliza en neurología, proctología, oftalmología y gastroenterología incluso en dosis mayores a las cosméticas en forma regular por lo que no hay riesgos en su uso estético ni en el uso repetido. El único recaudo es dejar pasar 3 meses entre aplicación y aplicación para no desarrollar anticuerpos.

Mito 5: “Existen cremas con Toxina Botulínica Tipo A”
Nunca una crema puede lograr los resultados que se logran con la Toxina Botulínica Tipo A inyectable, ya que actúa a nivel del músculo mientras que las cremas actúan a nivel tópico.

Mito 6: “Es peligroso su aplicación”
Los efectos adversos aparecen en menos del 1% de los casos, y en caso de darse son leves, localizados y temporales. Pueden ser enrojecimiento y/o dolor en la zona de aplicación, algún pequeño hematoma o dolor de cabeza causado por la tensión en el momento de la aplicación. La reversibilidad de los efectos echa por tierra la teoría de la peligrosidad.

Mito 7: “Es para mujeres mayores de 40 años”
Todo depende del gusto de cada paciente. Cada vez es más frecuente la aplicación con efecto preventivo. Se recomienda su uso a partir de los 30 años.

Mito 8: “Los rellenos inflan la cara”
La finalidad de los rellenos es reponer el volumen que se perdió con el paso del tiempo, no agregar volumen donde nunca lo hubo. Son reabsorbibles y acompañan el proceso de envejecimiento.

Mito 9: “Hay distintas calidades de Botox”
Botox es una marca. La droga es Toxina Botulínica Tipo A.

Mito 10: “Su aplicación duele”
Se aplica por medio de micro inyecciones y es indoloro. En caso de pacientes con un umbral de dolor bajo se pueden aplicar cremas anestésicas o hielo para reducir la molestia de la aplicación.

Existe una serie de efectos adversos luego de las aplicaciones. Entre ellos se destacan los hematomas en la zona del “pinchazo” y la posibilidad de padecer dolor de cabeza y fiebre. Por último, su efecto no es permanente, es reabsorbible y llega a su momento de máximo esplendor a los 15 días de la aplicación.