miércoles, 8 de enero de 2014

Hiperhidrosis: mucho más que un trastorno de sudoración excesiva

Cómo controlar este malestar que llega a condicionar la vida de quien lo padece

 
Cómo controlar este malestar que llega a condicionar la vida de quien lo padece

La sudoración es un fenómeno fisiológico que mantiene la temperatura corporal eliminando el calor sobrante del cuerpo. En el cuerpo humano este mecanismo está regulado por el sistema nervioso autónomo y, más concretamente, por el sistema simpático.

La hiperhidrosis es la secreción excesiva de sudor, en una cantidad muy por encima de lo requerido para el control de la temperatura corporal. Puede ser axilar, palmar, plantar, cráneo-facial, según el lugar del cuerpo donde se produzca.

Hay distintos tipos de hiperhidrosis:

Hiperhidrosis primaria: existe un inapropiado funcionamiento del sistema simpático. Éste envía un estímulo exagerado a las glándulas sudoríparas y se produce una sudoración desmesurada en determinadas zonas del cuerpo.

Hiperhidrosis secundaria: manifestación de otro proceso patológico, como hipertiroidismo, terapia hormonal o disfunción hormonal.

Consecuencias físicas y sociales
La hiperhidrosis es responsable de consecuencias no sólo físicas sino también anímicas.

A estos problemas se une el efecto psicológico que tiene la hiperhidrosis en la calidad de vida de las personas que la padecen, afectando a la vida diaria, a la relaciones sociales, aspecto físico, etc.
La mayoría no consulta al especialista
La prevalencia de la hiperhidrosis se sitúa alrededor del 3% de la población.

De ellos, sólo el 38% ha comentado estos problemas de excesos de sudor con un profesional de la salud.
Se trata de un trastorno que suele iniciarse en la infancia o pubertad y normalmente dura toda la vida, aunque la gravedad disminuye hacia los 50 años.

El tratamiento más adecuado es la administración de toxina botulínica, que resuelve el problema.

martes, 7 de enero de 2014

Científicos chilenos regeneran grandes heridas con células madre

  • El procedimiento consiste en obtener células madre adultas de piel para hacer un cultivo por tres o cinco días

  • Inbioderm + C, es el nombre del implante que se ha utilizado en 86 pacientes con quemaduras


    .- Un equipo de investigadores de dos universidades chilenas y del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), han desarrollado injertos artificiales creados a partir de células madre, una solución más eficaz para tratar lesiones de piel.
"El procedimiento consiste en obtener células madre  adultas de la piel durante el aseo quirúrgico del paciente: Se toma un trozo de la piel y se hace un cultivo en un ambiente en donde se produce una proliferación de células", explicó el director médico del Hospital Clínico IST Viña del Mar, Víctor Nivocani.

Una vez gestados en una matriz de polímero durante 3 o 5 días, los injertos sintéticos se incorporan a la piel del paciente, una técnica con la que se evita infecciones o pérdida de líquido, "muy importante en las primeras horas de evolución del paciente", matizó el doctor.

La idea nació en la Universidad Técnica Federico Santa María y la Universidad de Valparaíso, pero el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) está llevando acabo los ensayos clínicos de este implante bautizado Inbioderm + C.

Hasta ahora los hospitales utilizaban injertos del mismo paciente de alguna zona de la piel que estuviera en buenas condiciones "pero el problema es que algunas veces hay muchas alteraciones en los grandes quemados o están en situaciones en donde no es posible obtener esa piel" aclaró Nivocani.

Las quemaduras cercanas a alguna articulación son especialmente complicadas puesto que el proceso de cicatrización puede limitar la movilidad de algunas extremidades.

Esta técnica se ha utilizado en pacientes con "cicatrices queloideas": "Hacen no funcionar una extremidad porque quedan en una zona de fricción. Lo que hemos hecho es resecar esa cicatriz y colocar los implantes de piel", mencionó el doctor.

Este nuevo método, que acorta el tiempo de la regeneración y cicatrización en un 50 por ciento, ha sido colocado en 86 pacientes en Chile y, aunque aún no se ha internacionalizado, Nivocani adelanta que la Universidad de Stanford (California) se ha interesado por la investigación.

El implante Inbioderm + C recibió el Premio Nacional a la Innovación en Chile el pasado 24 de octubre, un galardón que distinguió a 14 proyectos de todo el país de entre los 248 que se presentaron.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Creados minirriñones humanos a partir de células madre

La medicina regenerativa logra otro éxito tras las yemas de hígado y de cerebro

 

La investigación en medicina regenerativa está derribando barreras a buen ritmo 15 años después del descubrimiento de las células madre embrionarias humanas. Tras la generación de versiones en miniatura del hígado y el cerebro, le llega ahora el turno a los minirriñones humanos. No se trata ya de derivar tal o cual línea celular especializada a partir de células madre, sino de auténticos órganos en 3D, aunque en versión reducida o primordial, similar a la primera aparición de esas estructuras durante el desarrollo humano. Todavía es pronto para pensar en trasplantes, pero los nuevos minirriñones no solo abren esa posibilidad a medio plazo, sino que tienen fundamentales aplicaciones inmediatas en la búsqueda de tratamientos contra la enfermedad renal.

Juan Carlos Izpisúa y sus dos equipos del Instituto Salk de California y el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, en colaboración con el centro de bioingeniería CIBER-BBN y el Hospital Clínic de la misma ciudad, han logrado crear minirriñones humanos a partir de los dos principales tipos de células madre utilizados en investigación biomédica, las embrionarias y las iPS (o de pluripotencia inducida), que se obtienen retrasando el reloj de simples células de la piel. Publican sus resultados en Nature Cell Biology.

El objetivo final de la medicina regenerativa es obtener tejidos y órganos para trasplantes, y esta meca científica, con estar aún plagada de obstáculos formidables, sobrevuela la imaginación de cualquier investigador del campo. Izpisúa reconoce abiertamente que el trabajo de su equipo “genera esperanzas de que un día podamos usar nuestras propias células para regenerar nuestros órganos enfermos, solucionando con ello la escasez de órganos para trasplantes”.

El avance hace posible reproducir dolencias renales en un laboratorio

Pero ese objetivo ni es el único ni será el primero en ver la luz de la práctica biomédica. Si las células de la piel se obtienen de un paciente de cualquier enfermedad renal, su conversión en células madre iPS y posterior diferenciación producirá un minirriñón humano sobre el que se podrá investigar con todo el poder analítico de la biología molecular y celular contemporánea: sobre ese órgano de síntesis se podrá hacer todo lo que no se puede hacer con un paciente completo, por dolorosamente obvias razones éticas.

Pronto se derivará de ello un conocimiento profundo de las causas biológicas de las enfermedades renales. Y los científicos de La Jolla y Barcelona han probado la validez del principio al derivar minirriñones (el término técnico es primordios renales) de un paciente de enfermedad renal poliquística (PKD, por polycystic kidney disease), un daño genético progresivo de los riñones. Ese material se puede utilizar ya mismo para diseccionar las causas de esa dolencia incurable.
“Uno de los aspectos clínicos importantes del trabajo”, dice uno de los autores, el nefrólogo del Hospital Clínic Josep Maria Campistol, “es que hace posible reproducir en el laboratorio enfermedades renales humanas y valorar distintas estrategias terapéuticas en modelos in vitro”. Campistol dirige el Instituto de Nefrología y Urología de ese hospital barcelonés.

Los científicos esperan también que los miniórganos generados a partir de células madre iPS de pacientes sirvan para probar baterías de pequeñas moléculas —candidatos a fármacos— que puedan paliar la enfermedad en cuestión, por ejemplo destruyendo las células incorrectas, o estimulando las deseables, o corrigiendo alguna reacción bioquímica desencaminada. La utilización de miniórganos, esperan algunos investigadores, puede mejorar y acortar los procedimientos que debe superar un nuevo fármaco para llegar al ensayo clínico. Esto no es un argumento solo para el riñón, sino también para los otros miniórganos que ya se han creado o pronto lo serán.

Pero el riñón era un objetivo predilecto de los investigadores, y en particular de Izpisúa. Las enfermedades de este órgano son muchas y muy extendidas, y a menudo tienen un mal pronóstico. El riñón apenas tiene capacidad para repararse o regenerarse a sí mismo, y muchos pacientes acaban en la cola de los trasplantes, en el caso de que puedan ingresar en ella. Los investigadores esperan que las células madre puedan ayudar.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Tratamiento del acné

¿Qué es el acné?

El acné es una enfermedad dermatológica de los folículos pilosos y sus glándulas sebáceas. Se produce por secreciones excesivas de esas glándulas que, junto con células de la piel muertas, llegan a taponar el canal de salida del pelo.

El taponamiento de los poros favorece el crecimiento de bacterias y la infección con pus, lo que conlleva al esparcimiento descontrolado del acné. Como consecuencia, se inflama la piel y aparece la lesión activa que a menudo deja cicatrices. Las zonas más propensas a desarrollarlo son cara, espalda, hombros, brazos y pecho.

Se desconoce la causa exacta que lo produce, pero sí se sabe que es multifactorial. Intervienen factores hormonales, hereditarios o genéticos, ambientales y alimentarios. El acné puede afectar a todas las edades, desde el nacimiento hasta la edad madura, incluso por encima de los 40 años.

De todas formas, la edad de presentación más frecuente es en la adolescencia, entre los 12 y 16 años. Esto se debe a los cambios hormonales en ambos sexos y afecta por igual a hombres y mujeres. El aumento de las hormonas sexuales provoca un aumento de la secreción de grasa por parte de las glándulas sebáceas y un engrosamiento de las células epidérmicas de la piel. Posteriormente, las glándulas sebáceas se ensanchan y se taponan, dando lugar a los comedones o puntos negros.

Por último, al acumularse restos de queratina y grasa en los conductos excretores de las glándulas de sebáceas se produce una sobreinfección por una bacteria, el Propionibacterium acnes, que provoca la aparición del grano de acné.

En el caso de los adolescentes el acné tiene gran impacto en los jóvenes porque, además de ser molesto y causar dolor, también les avergüenza estéticamente y les hace más inseguros, pudiendo llegar a retraerles socialmente.

Existe un tipo de acné, el cosmético que afecta más a mujeres y se debe a la utilización de cremas o maquillajes de excipiente graso.

El estrés
es otro factor que puede provocar un aumento en los brotes de acné por los cambios hormonales que provoca y, además, puede causar que uno se toque o manipule más las lesiones existentes, dando lugar a una sobreinfección de las mismas junto a lesiones inflamatorias y excoriadas que van a tardar más tiempo en curar.

Tratamiento del acné

Cada vez se están viendo más casos de acné de inicio tardío, pero, en cualquier caso, siempre es necesario un tratamiento médico personalizado en función de la severidad, tipo de acné y edad del paciente, junto con una terapia de apoyo que incluye cuidados cosméticos. El tratamiento debe pretender, además de curar la enfermedad, obtener una curación sin secuelas ni cicatrizales ni psicológicas.

El acné es importante tratarlo cuanto antes para minimizar sus consecuencias siendo las más graves la aparición de cicatrices a largo plazo. Las cicatrices pueden ser de varios tipos y las más profundas acabarán desfigurando la cara y provocando flacidez de la piel.

El tratamiento del acné debe de ser siempre individualizado y realizado por un especialista y puede incluir las siguientes modalidades:

- tratamiento tópico, médico, estético y cosmético
- tratamiento médico por vía sistémica
- tratamiento quirúrgico-manual.

En el tratamiento de cualquier tipo de acné es necesaria una buena limpieza de la piel, con agua y jabón específico para el tratamiento de las pieles acneicas. Es fundamental no tocarse las lesiones para evitar el aumento de la inflamación y la formación de cicatrices.

En los pacientes con piel acneica o tendencia seborreica (grasa) es muy importante la utilización de cremas adecuadas que no lleven excipiente graso, que no sean comedogénicas, preferentemente muy fluidas en excipiente gel, o gel-crema o en excipiente agua en silicona y que además contengan principios activos para combatir el acné (agentes queratolíticos, reguladores del recambio epidérmico, antibióticos, reguladores de la secreción de grasa, agentes antiinflamatorios). Los maquillajes también deben ser siempre libres de aceites (oil-free). Los tratamientos estéticos adecuados a este tipo de piel también ayudan a mantenerla limpia y evitar la obstrucción de los poros.

Junto con las normas higiénico-cosméticas específicas, y siempre bajo estricto control dermatológico, en algunos tipos de acné puede ser necesaria la administración de antibióticos orales y en otros casos, como en mujeres que presentan una alteración hormonal, un tratamiento hormonal. En los acnés más graves con lesiones nodulares y quísticas puede estar indicado un tratamiento oral con retinoides, como la isotretinoína, pero necesita un control médico para vigilar los posibles efectos secundarios (función hepática).

Existen tratamientos novedosos para el acné que combinan peelings químicos o mecánicos (microdermoabrasión) específicos para el acné junto a terapia lumínica (bioestimulación). Los peelings van a renovar las capas de la piel, eliminando progresivamente los tapones córneos y reduciendo el diámetro de las glándulas sebáceas. Asimismo, incorporan agentes bacteriostáticos que ayudan a eliminar el Propionibacterium acnes. Por otro lado, la terapia lumínica de diodos con luz roja y azul es muy útil. La luz roja es antiinflamatoria, disminuye las inestéticas lesiones rojas y además estimula la síntesis de colágeno para evitar la formación de cicatrices. La luz azul tiene una acción bacteriostática directa sobre la bacteria que interviene en el acné.

En algunos casos es necesaria la manipulación quirúrgica de las lesiones para vaciar los comedones, una corrección que debería ser realizada por un dermatólogo.

Las personas que han sufrido acné pueden volver a padecerlo años después de haber realizado el tratamiento, por eso es importante tener en cuenta que los cuidados diarios deberán seguir durante años para evitar nuevos brotes de acné.

Tratamiento de las secuelas del acné

En aquellos pacientes en los que el acné haya producido cicatrices, los peelings y la microdermoabrasión también son efectivos para tratar esta fase.
Además, se llevan a cabo procedimientos como la subsición (para liberar la fibrosis) y relleno de las cicatrices deprimidas con ácido hialurónico y los tratamientos con láser.


Preguntas frecuentes

¿A qué edades afecta el acné?
El acné puede afectar a todas las edades. Existe desde el acné neonatal hasta el acné de la edad madura, en personas con más de 40 años. De todas formas, la edad de presentación más frecuente es en la adolescencia, entre los 12 y 16 años.

¿Es cierto que el chocolate, la comida grasa y los fritos provocan la aparición de granos?
Estudios recientes han evidenciado que en las poblaciones donde la ingesta de comida refinada, de índice glucémico alto la incidencia del acné es mínima. Se recomienda una dieta sana, rica en fruta, verduras, cereales y pescado azul y evitar los productos de bollería y comida procesada rica en azúcares de liberación rápida y grasas.

¿Qué tipo de crema y maquillaje debe usarse?
Cremas no comedogénicas y libres de grasas. Las más aconsejables son en forma de gel, o gel-crema o en excipiente agua en silicona y que además contengan principios activos contra el acné.
El maquillaje debe de ser oil-free.

¿Es bueno lavarse la cara con jabón?
Es muy importante una buena limpieza de la piel, con agua y jabón específico para el tratamiento de las pieles acneicas.

¿Por qué no deben tocarse los granos?
Porque la manipulación de dichas lesiones va a provocar un aumento de la inflamación y mayor posibilidad de formación de cicatrices.

¿Qué pasa si no se combate y no se trata el acné?
Es importante tratarlo cuanto antes para minimizar sus consecuencias. Las consecuencias más graves del acné a largo plazo son la aparición de cicatrices. Las más profundas acabarán desfigurando la cara y provocando flacidez de la piel.

¿Si se ha sufrido acné en alguna etapa de la vida se es más propenso a volver a tener?
Es importante tener en cuenta que los cuidados diarios deberán seguir durante años porque las personas que han sufrido acné pueden volver a padecer nuevos brotes años después del tratamiento.

¿Agrava el maquillaje el acné?
Esto puede suceder cuando se utilizan maquillajes muy oclusivos y grasos, por eso hay que utilizarlos “oil-free”.

¿Afeitarse agrava el acné?
En el hombre, el afeitado puede agravar el acné por irritación de las lesiones. Por eso útil usar productos antiinflamatorios específicos en estos casos.

¿Ayuda el sol ayuda a eliminar el acné?
En muchos casos el sol puede mejorar el acné, aunque no en todos. Es importante utilizar cremas protectoras del sol adecuadas para la piel acneica, ya que una crema solar grasa puede desencadenar un brote.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Científicos chilenos regeneran grandes heridas con células madre

  • El procedimiento consiste en obtener células madre adultas de piel para hacer un cultivo por tres o cinco días

  • Inbioderm + C, es el nombre del implante que se ha utilizado en 86 pacientes con quemaduras

SANTIAGO DE CHILE (30/OCT/2013).- Un equipo de investigadores de dos universidades chilenas y del Instituto de Seguridad del Trabajo (IST), han desarrollado injertos artificiales creados a partir de células madre, una solución más eficaz para tratar lesiones de piel.
"El procedimiento consiste en obtener células madre  adultas de la piel durante el aseo quirúrgico del paciente: Se toma un trozo de la piel y se hace un cultivo en un ambiente en donde se produce una proliferación de células", explicó el director médico del Hospital Clínico IST Viña del Mar, Víctor Nivocani.

Una vez gestados en una matriz de polímero durante 3 o 5 días, los injertos sintéticos se incorporan a la piel del paciente, una técnica con la que se evita infecciones o pérdida de líquido, "muy importante en las primeras horas de evolución del paciente", matizó el doctor.

La idea nació en la Universidad Técnica Federico Santa María y la Universidad de Valparaíso, pero el Instituto de Seguridad del Trabajo (IST) está llevando acabo los ensayos clínicos de este implante bautizado Inbioderm + C.

Hasta ahora los hospitales utilizaban injertos del mismo paciente de alguna zona de la piel que estuviera en buenas condiciones "pero el problema es que algunas veces hay muchas alteraciones en los grandes quemados o están en situaciones en donde no es posible obtener esa piel" aclaró Nivocani.

Las quemaduras cercanas a alguna articulación son especialmente complicadas puesto que el proceso de cicatrización puede limitar la movilidad de algunas extremidades.

Esta técnica se ha utilizado en pacientes con "cicatrices queloideas": "Hacen no funcionar una extremidad porque quedan en una zona de fricción. Lo que hemos hecho es resecar esa cicatriz y colocar los implantes de piel", mencionó el doctor.

Este nuevo método, que acorta el tiempo de la regeneración y cicatrización en un 50 por ciento, ha sido colocado en 86 pacientes en Chile y, aunque aún no se ha internacionalizado, Nivocani adelanta que la Universidad de Stanford (California) se ha interesado por la investigación.

El implante Inbioderm + C recibió el Premio Nacional a la Innovación en Chile el pasado 24 de octubre, un galardón que distinguió a 14 proyectos de todo el país de entre los 248 que se presentaron.

     

martes, 29 de octubre de 2013

Una mujer vive hace cinco años gracias a una tráquea de laboratorio


La bioingeniería muestra el potencial para la medicina regenerativa al dejar vivir a una mujer en Colombia


Una mujer vive hace cinco años gracias a una tráquea de laboratorio
 
El profesor Paolo Macchiarini con dos estructuras artificiales empleadas en trasplantes. (Karolinska Institutet)

Hace cinco años, un trasplante de tráquea permitió respirar de nuevo a Claudia Castillo, una colombiana de 30 años. Una tuberculosis le había dañado las vías respiratorias y se ahogaba. Entonces, el ahora profesor de Medicina Regenerativa del Instituto Karolinska, Paolo Macchiarini, propuso una intervención que no se había hecho nunca. El investigador, que entonces era responsable del servicio de cirugía torácica del Hospital Clínico de Barcelona, dirigió una operación para trasplantarle la tráquea de un hombre de 51 fallecido por hemorragia cerebral. Y logró hacerlo sin necesidad de desconectar su sistema inmune para que el organismo, al entrar en contacto con un órgano extraño, lo rechazase.

En lugar de optar por la inmunosupresión, que tiene consecuencias negativas para la salud, el equipo médico limpió la tráquea del donante de las células que pudiesen provocar problemas. Después, en la Universidad de Milán, se cubrió esa estructura con células cultivadas a partir de tejidos de la propia paciente. Con estas técnicas de medicina regenerativa se logró un órgano híbrido capaz de resolver los problemas de Claudia pero que el organismo reconoció como propio.

Aquel trabajo, publicado en 2008 en The Lancet  fue contestado porque, según dijo en 2011 el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, “nunca se presentaron datos de seguimiento de la paciente”. Hoy,  el equipo que ha realizado el seguimiento concluye que cinco años después la paciente sigue disfrutando de una buena calidad de vida y no ha sufrido ningún rechazo del órgano implantado. En todo este tiempo, “la paciente nunca ha dejado de realizar sus actividades habituales”, ya sea trabajo, ocio o relaciones sociales, “salvo por los días en que tuvo que estar en el hospital para su seguimiento”, escriben en el artículo.
La operación, no obstante, también tuvo alguna complicación. Seis meses después del injerto, se comenzó a estrechar una parte de la tráquea provocando a Claudia Castillo toses cada vez más intensas. Para resolver este problema fue necesario implantar una estructura circular con la que mantener abierto el orificio necesario para la respiración, algo que, según los autores del estudio, acabó con las toses. Los resultados confirman, según Macchiarini, que estos trasplantes que emplean ingeniería de tejidos como los aplicados para adecuar la tráquea son “efectivos y seguros a largo plazo”.

ASPECTOS PARA MEJORAR
En un artículo que se publica junto a los resultados de Macchiarini, Alan J Russell de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh (EE.UU.), se muestra algo menos entusiasta debido a que “la paciente en este estudio no se recuperó del todo”. “Pese a someterse de forma heroica a las necesidades de la investigación, la paciente sigue sufriendo complicaciones por la cicatrización” en el lugar en que se injertó la tráquea. No obstante, Russell reconoce el gran valor del trabajo y afirma que se trata del “final del principio” para la ingeniería de tejidos y que se ha puesto la base para comenzar a probar este tipo de técnicas en otras especialidades.

Desde 2008, Macchiarini ha seguido trabajando para introducir nuevas innovaciones para introducir en la práctica diaria la ingeniería de tejidos. En 2011, en realizó el primer trasplante de una tráquea totalmente sintética, que se implantó a un paciente de cáncer. Como en el caso anterior, se cubrió la estructura con células del propio paciente cultivadas sobre el órgano. La posibilidad de utilizar órganos sintéticos ahorraría los tiempos de espera necesarios para lograr un órgano de un donante. De momento, no obstante, esta tecnología, como muestran los problemas de cicatrización de la paciente trasplantada hace años, aún cuenta con un amplio espacio para la mejora. Además, aún se trata de un tratamiento experimental muy complejo. La tráquea artificial trasplantada en 2011, por ejemplo, se construyó en Reino Unido, se preparó en EE.UU. y se trasplantó en Suecia.

Producen células madre por una vía que podría revolucionar las terapias regenerativas

Un trabajo de la Universidad de Cambridge ha conseguido obtener células madre en una cantidad clínicamente aceptable. ¿Serán estas herramientas usadas en el futuro para curar problemas del hígado o enfermedades como la diabetes?


Una novedosa técnica ideada por científicos de la Universidad de Cambridge podría cambiar la investigación y el uso de las células madre en medicina regenerativa. Su trabajo tendría aplicaciones directas en posibles tratamientos del hígado y el páncreas, dos órganos realmente importantes en nuestro organismo.

Los investigadores, liderados por el Dr. Nicholas Hannan, de la Universidad de Cambridge, han conseguido desarrollar una metodología en el laboratorio que les permite aislar las células madre del intestino proximal, conocidas en inglés como foregut stem cells. Una vez conseguidas, los científicos pudieron provocar su diferenciación en células hepáticas o pancreáticas, que luego pudieran ser utilizadas en terapias regenerativas.

La novedad de la metodología aplicada reside en que su técnica permitió aumentar significativamente el rendimiento del proceso de aislamiento y cultivo de estas células madre. De esta manera, consiguieron una cantidad clínicamente aceptable, y su producción podría incluso incrementarse mediante el uso de biorreactores especializados.La cantidad obtenida de células madre sería clínicamente aceptable

Una vez que se pudieran producir estas células madre a gran escala, se podrían utilizar en medicina regenerativa, como herramienta para curar órganos o tejidos dañados, o incluso en el tratamiento de algunas enfermedades importantes, como la diabetes tipo I o diversos problemas hepáticos.
En palabras de Hannan, "han conseguido desarrollar un sistema de cultivo celular que permite el aislamiento específico de células madre del intestino proximal en el propio laboratorio". El trabajo del equipo de Hannan, llevado a cabo en el Wellcome Trust MRC Stem Cell Institute de la Universidad de Cambridge, no podría haber sido posible sin la colaboración del grupo de investigación del Dr. Ludovic Vallier.Podrían usarse en medicina regenerativa o en el estudio del desarrollo embrionario

Su logro, que ha sido publicado en la revista Stem Cell Reports, podría tener más aplicaciones además de las ya citadas en medicina regenerativa.

Y es que el aislamiento de las células madre del intestino proximal permitiría a los investigadores saber más sobre cómo se produce el desarrollo embrionario de órganos como el hígado, los pulmones, el páncreas o los intestinos.

Como explica Vallier, el protocolo que han conseguido desarrollar es un "mejor punto de partida para establecer en un futuro una plataforma eficiente con la que producir células hepáticas o pancreáticas", lo que presenta evidentes aplicaciones clínicas a medio plazo. Su trabajo, sin duda, marca un punto de inflexión interesante en el trabajo con este tipo de células madre, y su uso futuro en el tratamiento de estos órganos.